Las enfermedades alérgicas, entre ellas las alergias alimentarias en bebes, afectan aproximadamente a un 20% de la población. Aumentando cada vez más ese porcentaje en los países industrializados, hecho que hace imprescindible hacer más esfuerzos en su prevención. Hay mucho desconocimiento sobre cómo afecta la introducción de alimentos al bebé. En las posibles alergias alimentarias del bebé, por eso, nuestro equipo de matronas han creado este post especialmente para ti, con la última actualización de alergias alimentarias del bebé.
Para dicho fin, las antiguas recomendaciones, hace ya más de una década, eran que se retrasara la introducción de los alimentos con mayor potencial alergénico. Como son el huevo, la soja, el cacahuete, el trigo, los frutos secos, o el pescado y el marisco. Estos alimentos, junto a la leche, son los responsables del 90% de las alergias alimentarias durante la infancia.
Estudios posteriores demostraron que no hay evidencia que avale que este retraso de la introducción alimentaria evite el desarrollo de alergia, e incluso puede incrementar el riesgo. De hecho, estudios más recientes han demostrado que es probable que la introducción precoz, es decir, entre los 4-6 meses de edad, de ciertos alimentos como el huevo y los cacahuetes, pueda disminuir el riesgo a desarrollar alergia. Especialmente si se introducen junto a la lactancia materna, aunque el impacto de la lactancia materna sobre la incidencia de alergias alimentarias no posee actualmente una fuerte evidencia científica y precisa de más estudios, sobre todo, a largo plazo.
Recomendación actual para prevenir las alergias alimentarias en el bebé
Tras lo leído anteriormente, para evitar disminuir el riesgo de alergia alimentaria en el bebé. La recomendación actual es de no demorar la introducción de estos productos alimentarios, empezando entre los 4-6 meses de edad. Una vez introducidos estos deben ser comidos de forma regular y de forma abundante.
No hay evidencia de que sustituir la lactancia materna por leche de fórmula hidrolizada ayude a prevenir el desarrollo de enfermedades alérgicas. Si no es posible la lactancia materna, las fórmulas parcialmente hidrolizadas podrían ser mejores que las leches de fórmulas convencionales en aquellos niños con alto riesgo, aunque la evidencia aún no es sólida, y no se puede recomendar su uso generalizado.
Los prebióticos y probióticos, además de tener muy bajo riesgo de efectos secundarios, también pueden ser de ayuda, y están mostrando resultados esperanzadores, pero se necesitan más estudios y experiencia para recomendar su uso generalizado.
Restringirte alimentos durante el embarazo o la lactancia materna no ha demostrado disminuir la incidencia de alergias alimentarias en bebes, y puede comprometer una adecuada nutrición. De hecho, hay una discreta evidencia científica de que si la madre come alimentos de alto riesgo alergénico durante el embarazo o la lactancia materna puede disminuir el riesgo del bebé a desarrollar alergia.
¿Cuánto riesgo tiene un bebé de desarrollar alergia alimentaria?
No todos los bebés tienen el mismo riesgo. Los que tienen alto riesgo de desarrollar alergia alimentarias son aquellos que tienen:
- Antecedentes de dermatitis atópica moderada o severa. A más pequeño y más grave, más riesgo.
- Historia familiar en parientes de primer grado (sólo progenitores y hermanos) de alergia alimentaria, rinitis alérgica, asma o dermatitis atópica.
Pero incluso en estos bebés no se recomienda retrasar la introducción de los alimentos con alto potencial alergénico. Ya que la demora en la introducción no solo no previene el desarrollo de alergia, sino que incluso parece aumentar el riesgo.
Aunque en estos pacientes se recomienda que primero se introduzcan otros alimentos de menor riesgo (fruta, verdura, arroz). Y a la hora de introducir los alimentos con alto riesgo alergénico se haga en casa bajo vigilancia (no en un restaurante o en la guardería), y, si se dispone, con un anti-histamínico a mano.
Si estos bebés presentan la mínima sospecha de alergia han de ser evaluados por su pediatra.
¿Cuál es la clínica y presentación de la alergia alimentaria?
Normalmente las reacciones alérgicas a alimentos más peligrosas suelen ser tempranas tras comer dicho alimento. Siendo los síntomas más frecuentes los digestivos, como vómitos/diarrea, dolor abdominal (irritabilidad o llanto), o prúrito/angioedema oral (picor/hinchazón de la boca); o los cutáneos, como dermatitis, enrojecimiento de la piel, o urticaria (lesiones rosadas sobre-elevadas en la piel, cuyo color desaparece al apretarlas, que suelen picar o doler. Se parecen a las picaduras de insectos.
Más raramente también pueden producir síntomas respiratorios, como prurito nasal (picor de nariz), congestión nasal, estornudos, rinorrea acuosa (moquita abundante y transparente en la nariz), o broncoespasmo con tos, disnea y sibilancias (fatiga y pitos).
Menos frecuentes todavía, pero más graves, pueden darse síntomas cardiocirculatorios, como palidez, mareo o síncope (desmayo).
¿Qué hacer si mi bebé sufre una crisis alérgica a un alimento?
Si esto ocurre hay que ceder inmediatamente la administración del alimento sospechoso de alergia; limpiar bien los posibles restos de comida de la boca del bebé, manos, cara o cuello; y solicitar una visita médica:
- Si los síntomas son leves, limitados a la piel o la boca, y el bebé se encuentra bien, se solicitará una cita ordinaria con su pediatra.
- Pero si tu bebé presenta un empeoramiento del aspecto general; vómitos o diarrea muy frecuentes que no ceden; dolor abdominal intenso o llanto inconsolable; dificultad para respirar, con tos abundante o pitos; palidez, mareo o pérdida de conocimiento; o somnolencia excesiva o letargo, se deberá acudir a urgencias.
¿Y el gluten?
La recomendación actual del gluten es introducirlo en cualquier momento entre los 4 y los 12 meses. Y hacerlo de forma progresiva, aunque las cantidades no están establecidas. La lactancia materna, según la evidencia actual, no parece influir en el riesgo de desarrollo de enfermedad celíaca.
Conclusión actualización de alergias alimentarias del bebé
Como siempre te decimos, cada bebé es único, y tendréis que ajustar vuestra introducción de alimentos a vuestra situación. Lo más importante y novedoso, no retrasar las tomas de alimentos potencialmente alergénicos, y saber cómo actuar en caso de sospecha de alergias alimentarias en bebes. Mucho ánimo, y paciencia en esta etapa, pues son eso, etapas.